Una carta para ti, que lo das TODO… incluso cuando sientes que no llegas
Madre y opositora
¿Estás agotada?
¿Te sientes culpable cuando estudias?
¿Y también cuando no estudias?
¿Trabajas, cuidas, cocinas, limpias, lloras en silencio… aun así sientes que no haces “lo suficiente”?
Ya sabes, ¡ se llora de 21:00 a 21:15 horas!
La culpa
Es esa mochila invisible que pesa más que el temario, y es que estás en una triple jornada: trabajas, eres madre y opositas.
Y entre medias, aparece ella: La culpa.
- Por no estar más con tus hijos.
- Por no rendir más en el trabajo.
- Por no estudiar todo lo que deberías.
- Por cansarte. Por llorar. Por parar.
Pero escúchame bien:
La culpa no significa que lo hagas mal… significa que te importa TODO. Y eso, también es fuerza.
Ser madre y opositora no es debilidad… ¡es un superpoder!
¡Madre opositora = doble mérito!
Tú no tienes tiempo libre… tienes minutos robados al cansancio.
Tú no tienes apoyo total… tienes amor multiplicado.
Y aun así… SIGUES.
Cada día, con sueño, sin tiempo, con dudas… pero también con ganas porque tu estabilidad dará un futuro mejor a tus hijos.
Tips para vivir con culpa, sin que te domine
1. No puedes con todo todos los días… ¡y eso está bien!: Algunos días serás más mamá que opositora. Otros, más trabajadora que estudiante. ¡Equilibrio real, no perfecto!
2. Tu éxito no se mide en horas, sino en constancia: No necesitas estudiar 10h para merecer tu plaza. Avanzar, aunque sea poco, ya es valentía.
3. Apóyate. Pide ayuda. No estás sola. Crear una red es clave: pareja, familia, amigas, academia…
4. Háblate bonito. Trátate con compasión: ¿Le dirías a una amiga que “no vale nada” por estar agotada? ¡Pues tú tampoco te lo digas!
Recuerda
La culpa no se elimina… ¡se transforma!
Transforma esa culpa en MOTOR:
- En propósito
- En impulso
- En ejemplo para tus hijos
- En fuerza para seguir cada día, aunque duela.
No te castigues. No te exijas perfección. Solo sigue.
- Tus hijos te están viendo luchar… y aprenderá de tu constancia.
- Tu cansancio habla de entrega, no de fracaso.
- Tu camino es lento, sí… pero firme.