El proceso de selección para opositar al Cuerpo de Tramitación Procesal y Administrativa implica una serie de requisitos específicos que los aspirantes deben cumplir rigurosamente. Estos requisitos de tramitación procesal son clave para garantizar que los candidatos seleccionados estén completamente capacitados y preparados para afrontar las responsabilidades del puesto.
A continuación, detallamos los criterios esenciales que deben cumplir los aspirantes, los cuales abarcan aspectos como la nacionalidad, la edad, el nivel educativo, la capacidad física y mental, y el historial penal y laboral. Estos requisitos no solo reflejan la idoneidad del candidato para el cargo, sino que también son fundamentales para mantener la eficacia y la integridad del sistema judicial.
Requisitos que se exigen a un tramitador procesal
Nacionalidad: Ser ciudadano español es un requisito primordial.
Edad: Los aspirantes deben tener al menos dieciséis años y no haber alcanzado la edad de jubilación obligatoria.
Nivel educativo: Es necesario poseer el título de Bachiller o un equivalente.
Capacidad física y mental: Los candidatos no deben sufrir de ninguna enfermedad ni presentar limitaciones físicas o psíquicas que sean incompatibles con el desempeño de las funciones del cargo.
Antecedentes penales: Es importante no haber sido condenado por delitos graves con penas de más de tres años, a menos que se haya logrado la cancelación de estos antecedentes o la rehabilitación.
Experiencia laboral en el sector público: No se debe haber sido despedido de un empleo público mediante procedimiento disciplinario, ni estar inhabilitado para funciones públicas, a no ser que se haya conseguido la rehabilitación. Además, no se debe ser parte del cuerpo al que se aspira.
Para quienes aplican por el Turno de Promoción Interna, es necesario además contar con al menos dos años de servicios efectivos como Auxilio Judicial.
Todos estos requisitos y las normas generales para participar en las oposiciones están detallados en la Orden JUS/875/2017, de 8 de septiembre, que establece las bases comunes para este proceso de selección. Cumplir con estos criterios es vital para asegurar que los candidatos estén adecuadamente capacitados para asumir las responsabilidades del puesto.